“Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos. Semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.”Santiago 1:6-8
Usted no tiene que dar lugar a la duda en nada, hay que creer. Porque sino, es como las olas del mar que van y vienen. Un día en la casa de Dios, un día en el mundo. Recuerde que de toda semilla que haya sembrado le viene cosecha, Dios no está ajeno a su cosecha, él es el Señor de la cosecha.
Él es el proveedor de la salud, es el que bendice su vida y su hogar y está preparando una familia bendita . Sus hijos no van a fracasar , tendrán familias exitosas y serán el modelo de Dios para el mundo perdido.
No es el mundo que se traga a sus hijos, son sus hijos vencedores sobre el mundo. Si usted permanece enfocado en la Palabra de Dios, usted no es de doble ánimo, no tambalea, no se rinde, no fracasa.
Enfóquese en Dios y mire de qué manera se levanta para vivir la vida feliz que le pertenece. En el espíritu está todo otorgado, en el pacto están todos los beneficios. El Dios de pacto tiene cosas grandes para su vida. Crea que Dios está de su lado para proveerlo, ayudarlo, bendecirlo y protegerlo. Dios es un Dios de desafíos. Lo que Dios comenzó lo va a ir perfeccionando hasta completarlo.
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