Muchas veces pensamos que la causa de nuestros problemas es la enfermedad, la miseria, deudas y hasta culpamos a otras personas por nuestros fracasos pero la raíz de todo es que no vivimos por la fe, en la visión de las promesas de Dios.
Tenemos que vivir conectados con Dios, preocuparnos en colocar como prioridad de nuestra vida el ser de Dios.
Tenemos que vivir conectados con Dios, preocuparnos en colocar como prioridad de nuestra vida el ser de Dios.
Tenemos el ejemplo del Rey Ezequías como dice en el libro de Isaías 36:14 -37 cuando el Rey de Asiria lo afrento, quiere decir cuando vinieron los problemas él se preocupó en primer lugar en humillarse, postrarse ante Dios y reconocer que sin Él no podía nada.
Entonces el Rey Ezequías oro al Señor, reconociendo el poderío de Dios y señalándolo como el único Dios de todos los reinos de la tierra y el Señor le dio victoria enviando un solo ángel para acabar con sus enemigos.
Aquí Dios nos muestra que si nosotros somos de Dios, quien se levante contra nosotros se estará levantando contra el propio Dios, nuestros enemigos nunca prevalecerán. Por esto la importancia de estar conectados a este Dios poderoso, de alimentar nuestro espíritu, de estar fuertes, ayunar, orar, renunciar al pecado, sacrificar la carne y ser Fiel a Dios, porque el Dios viviente estará peleando por usted en cada batalla de su vida.
Pastor Julio Cesar
Entonces el Rey Ezequías oro al Señor, reconociendo el poderío de Dios y señalándolo como el único Dios de todos los reinos de la tierra y el Señor le dio victoria enviando un solo ángel para acabar con sus enemigos.
Aquí Dios nos muestra que si nosotros somos de Dios, quien se levante contra nosotros se estará levantando contra el propio Dios, nuestros enemigos nunca prevalecerán. Por esto la importancia de estar conectados a este Dios poderoso, de alimentar nuestro espíritu, de estar fuertes, ayunar, orar, renunciar al pecado, sacrificar la carne y ser Fiel a Dios, porque el Dios viviente estará peleando por usted en cada batalla de su vida.
Pastor Julio Cesar
No hay comentarios:
Publicar un comentario