Obediencia,Fidelidad,Sinceridad

Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo.  Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra.  2 Timoteo 2:19; 21

Muchos cristianos viven una vida sin éxito en lo que hacen y se resignan pensando que esa es la voluntad de Dios. Esto no es así. Jesús nos ha hecho más que vencedores, Él nunca conoció el fracaso. Nosotros, siguiendo sus pasos, tampoco estamos para fracasar sino para realizar con éxito toda obra en Dios. La manifestación de la bendición fluye permanentemente en nuestras vidas. Si esto no es así, debemos plantearnos qué es lo que lo está bloqueando. Hay cuatro aspectos que debemos analizar:

1-Obediencia: ¿Estamos siendo obedientes a lo que vamos recibiendo de la Palabra de Dios o permitimos que la desobediencia tome lugar? Si le damos lugar a la desobediencia junto con ello le damos lugar al diablo para que nos robe las bendiciones.

  

2-Fidelidad: debemos mantener la obediencia y ser fiel a Dios, a su Palabra y al llamado divino. La fidelidad produce aumento en nuestras vidas.
  

3-Corazón puro: Dios es un Dios de corazones. Él mira nuestro corazón, las intenciones que en él hay y como ellas se manifiestan en nuestras acciones. Un corazón puro es un corazón sincero, sin simulaciones. Mantener un corazón puro nos abre el camino del éxito y nos permite disfrutar de la bendición.

4-Diezmo: el diezmo nos hace caminar bajo un cielo abierto. Demuestra nuestra obediencia, nuestra fidelidad, la sinceridad de nuestro corazón y nos posiciona para recibir lo mejor de Dios. 
   

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