lunes, 11 de noviembre de 2013

Tomando posesión de lo que Dios tiene para usted

“Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.” Josué 1:8

Dios dijo a Josué que para enfrentar a los enemigos y establecer la conquista de la tierra, poseerla y distribuir esa herencia, tenía que hacer cuatro cosas. Le invito en este día a observarlas y meditar en ellas.

  1. Que la palabra de Dios nunca se aparte de su boca.
  2. Que debía meditar en ella de día y de noche.
  3. Que debía guardarla. 
  4. Que debía hacer conforme a lo que en ella está escrito.
El apóstol Pablo le dijo a Timoteo: “Guarda el buen depósito por el Espíritu Santo que mora en nosotros.”En ese buen depósito usted está guardando principios de la Palabra de Dios, principios del Reino de Dios, conceptos espirituales poderosos que usted está atesorando dentro de su vida.

Por eso fíjese que Dios le dijo a Josué que primeramente tenía que hablar la Palabra, que no se apartara de su boca. Usted tiene que hablar siempre lo que Dios dice.


Luego le dice que medite de día y de noche en ella. Cuando usted habla la Palabra, la está haciendo audible a otros y a usted mismo. De esa manera vuelve a entrar a usted, por sus oídos y ahí es cuando puede meditar en ella.


Su mente se detiene una y otra vez en lo que Dios dijo hasta que se le revele. Y la guarda en su corazón, el buen depósito, su espíritu de donde fluyen las cosas de la vida.


Su corazón debe estar lleno de la Palabra de Dios porque con el corazón se cree y con la boca se confiesa para luego hacer, actuar conforme a ella.

Ahí es donde el poder de Dios comienza a manifestarse poderosamente en su vida. El versículo dice que al hacer todo esto, todo le saldrá bien. Y se lo dijo a Josué que era el encargado de llevar al pueblo hasta la tierra prometida y poseerla.


Por eso hoy cuando usted sigue estos pasos lo estarán llevando a tomar posesión de la tierra prometida, que es lo que Dios preparó para usted y su familia.


Vivimos en un tiempo muy especial para la iglesia en general para ver establecido el reino de Dios sobre la tierra y alcanzar su destino de grandeza.

Hay que creerlo con el corazón y confesarlo con la boca declarando la bendición de Dios. Eso que usted tiene guardado tiene que fluir como un río, no que cuando tiene un problema ve que versículo busca, sino que esos versículos le tienen que salir solos por su boca.

  
Recuerde que el último punto hablaba de que no sólo tiene que guardar la palabra sino que tiene que cuidar de ponerla por obra. Y eso es muy importante. Si Josué no entraba en la tierra nunca la iba a poseer. Si usted hoy pone el pie sobre su tierra prometida, seguro la poseerá.

Que Dios ilumine su entendimiento y que la paz de nuestro Dios esté para siempre en su corazón.


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