Y de pronto sí desató Una gran tormenta en el mar, de modo que las olas cubrian la barca; pero Jesús estaba dormido.
Y llegándose a El, le despertaron, diciendo: Señor, salvanos, que perecemos!
Y El les dijo ¿Por qué estais amedrentados, hombres de poca fe?
Entonces sí levanto, reprendió a los vientos y al mar, y sobrevino Una gran calma.
Entonces sí levanto, reprendió a los vientos y al mar, y sobrevino Una gran calma.
Lo que hablamos en el momento que suceden las cosas es fundamental. Cuando la tormenta apareció en medio del mar de Galilea a Jesús y sus discípulos;la Biblia dice que muchas barcas iban con la de Jesús.
Los discípulos tuvieron temor porque no sabían que hacer frente a la situación y despertando a Jesús le dijeron: ¿Maestro no tienes cuidado que vamos a perecer? Jesús se paró y hablo frente a la tormenta, la reprendió e hizo que la tormenta se callara y la tormenta desapareció delante de ellos. Pudieron llegar al destino que se habían preparado.
Los discípulos tuvieron temor porque no sabían que hacer frente a la situación y despertando a Jesús le dijeron: ¿Maestro no tienes cuidado que vamos a perecer? Jesús se paró y hablo frente a la tormenta, la reprendió e hizo que la tormenta se callara y la tormenta desapareció delante de ellos. Pudieron llegar al destino que se habían preparado.
Hay que tener paz para mantener controladas las emociones, sino el temor va a tomar el control y vamos a reaccionar en una manera negativa frente a una situación y en lugar de ganar podemos llegar a perder.
Sus confesiones de fe son tremendamente poderosas, la escritura dice que en su lengua está el poder de la vida y de la muerte. Comience a soltarlas con poder y verá que la paz que hay dentro suyo cambiará las circunstancias.
Que Dios ilumine su entendimiento y que la paz de nuestro Dios esté para siempre en su corazón.
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