El éxito no depende de la edad, el color, la suerte, la apariencia, o de cualquiera de los cientos de otros factores que usted oye diariamente en todo el mundo.
El éxito en la vida depende de USTED. Depende de SU relación con Dios, de SUS actitudes hacia la vida, de SU sistema de creencia ¡y de los pensamientos, palabras, y acciones que usted elige para que gobiernen su vida diariamente! Usted es simplemente la persona que moldea su propio destino.
Cualquier camino que elige en su vida será una libre elección. Usted ha tomado esa decisión para mejor o para peor.
Basados en la ley del Génesis, la ley de Dios de la siembra y la cosecha, ¡usted siempre cosecha de acuerdo con lo que siembra! Si no le gusta la cosecha que está obteniendo en la vida, ¡entonces debe cambiar las semillas que está plantando!
No culpe, como la mayoría lo hacen, a las fuerzas externas cada vez que las cosas andan mal en su vida. Tome responsabilidad personal para su vida porque de alguna manera, en alguna parte, a través de la falta de visión, el pensamiento negativo, la pobre planificación, la falta de oración, la falta de acción, el miedo, el postergar las cosas, las asociaciones negligentes, o mil otras razones, es culpa suya por qué falló en el pasado y nadie más.
¡La buena noticia es que el fracaso nunca es fatal ni final! Recuerde: ¡Su pasado no es la profecía de su futuro!
Usted está encargado de decidir su destino y formar su futuro. No tiene que tener el permiso de nadie para cambiar su vida. No tiene que quedarse enganchado en el mismo trabajo que odia. No tiene que vivir en la misma ciudad ni asociarse con las mismas personas con las que está conectado ahora.
Si siente que debería estar en alguna otra parte o haciendo algo diferente, puede hacer el cambio sin pedirle permiso a nadie.
¡La única persona que tiene algún poder para frenarlo es USTED! Al abandonar el espíritu de temor, de inseguridades, y limitaciones
Filipenses 4:13 dice: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.”
Asegúrese de que SUS sueños no terminen allí.
Usted tiene talentos y dones que nadie más puede ofrecer dados por Dios.
Acérquese a Dios. Permita que Él le dé la vida que usted siempre anheló.
Iglesia Mundial del Poder de Dios
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