“Por
lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y
la mujer respete a su marido. Hijos, obedeced en el Señor a vuestros
padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el
primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga
vida sobre la tierra. Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros
hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del
Señor.”
Muchas
familias hoy en día no tienen paz los unos con los otros.
El esposo y
la esposa se hablan a los gritos y gritan también a sus hijos. Sus hijos
toman actitudes rebeldes y causan más disgustos al círculo familiar. Este
tipo de casas es un completo caos, nadie quiere vivir en ellas y llega un
punto donde los que conviven simplemente se
soportan.
Dios,
en su divina sabiduría, estableció un orden para todas las cosas y este
orden trae paz y facilita las relaciones interpersonales. Este orden se
establece cuando cada miembro cumple las funciones por Él establecidas. El
esposo debe someterse a Dios y amar a su esposa como a sí mismo. La esposa
debe sujetarse al esposo, honrarlo y respetarlo. Los hijos deben obedecer
a sus padres y los padres no abusar de su autoridad con sus hijos. Todo
este orden está basado en el amor y en cumplir con la función otorgada.
Cuando este orden se altera vemos a padres comportándose como niños, a
niños asumiendo el rol de sus padres, a esposas asumiendo el rol de sus
maridos y viceversa.
Por
más modernos que sean los tiempos, ninguna familia funciona en perfecta
armonía y amor cuando no está en el orden de Dios.
Si
en su familia todos los roles están invertidos, no se entristezca pero
tome la decisión de establecer el orden de Dios. Comience sujetándose y
buscando a Dios y luego si es hombre, sepa que Dios lo ha establecido como
cabeza de su hogar. Ese es su rol y no se sentirá bien hasta que lo
desempeñe. Ser cabeza no es ser tirano, pero sí mantener el empuje de su
hogar. Si usted es mujer honre a su marido, usted es su ayuda idónea y
solamente juntos llegarán a cumplir el propósito de Dios. Si usted es
hijo/a, honre a sus padres y no desestime sus
indicaciones.
Hacer
todo esto puede costarle pero en definitiva, si está buscando de Dios esto
le llevará a tener grande galardón. Su hogar será de
paz.
Que Dios ilumine su entendimiento y que la paz de
nuestro Dios esté para siempre en su corazón.
Iglesia Mundial del Poder de Dios
Av. Lafragua 936, esq. Collado
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